Hace cerca de tres años el periódico estadounidense Toledo Blade sacó en primera plana esta fotografía de un equipo de béisbol mientras rezaban conmemorando a cinco compañeros que habían fallecido tras un accidente en el autobús del equipo. La foto posiblemente habría pasado desapercibida de no haber otros fotógrafos de distintos periódicos el mismo día.
El fotógrafo del Toledo Blade, Allan Detrich, quitó digitalmente unas piernas que se veían detrás de una pancarta, y cuando se publicó la misma escena en distintos periódicos cayeron en la cuenta de la manipulación.
Este hecho se mencionó en medios nacionales en Estados Unidos, y provocó una gran discusión en el ámbito periodístico. No sólo le costó su trabajo: le costó su carrera periodística. Ahora se dedica a fotografiar tornados.
Ahora bien, en septiembre de 2009, El Mundo tomó dos fotos de Reuters para crear una imagen compuesta donde se puede apreciar a Zapatero rodeado de distintos personajes de la izquierda española cantando La Internacional (himno del movimiento obrero/socialista/comunista).
Reuters manifestó su disgusto, y recordó a El Mundo que "Veracidad, integridad e independencia son los principios fundamentales de todos los fotógrafos y redactores de Reuters" (a pesar de que Reuters tiene algunas historias embarazosas también)
¿Qué hizo El Mundo? Se justificó afirmando que esa escena había existido, sólo que al no haber una foto con todos reunidos compuso una foto en la que sí lo estuviesen. Ni siquiera un intento disculpa, pues no reconocieron error alguno.
Hago esta comparativa porque me sorprendieron los comentarios en menéame defendiendo a El Mundo. Me parece que el fotoperiodismo opera de manera distinta en España que en el resto del mundo, y no hablo de los fotoperiodistas (España cuenta con algunos grandes) sino lo que sucede con las fotografías tras llegar a la redacción.
El fotoperiodismo proviene de una larga tradición de honestidad y veracidad, proveniente de la dificultad de manipular imágenes en el cuarto oscuro. Las manipulaciones del calibre de lo que hoy se hace con Photoshop estaban reservadas para sistemas totalitarios en los que la prensa era controlada por el estado.
Hoy en día es aún más importante que lo que capte la cámara sea lo que aparezca en los medios, pues se hace una especie de contrato implícito entre el lector y el medio constatando que las fotografías hayan sucedido de verdad. Aún cuestiones menores, como el recorte de una foto puede suscitar una gran controversia en el mundo
Cuando una agencia de noticias o un diario detecta que uno de sus fotógrafos o editores gráficos incurrió en una manipulación fotográfica, entran en pánico y extienden medidas para que no suceda en el futuro. Esa es la gran diferencia, El Mundo nunca se disculpa de sus grandes errores, es más, los defiende.
1. Saturación de sangre al máximo
Mesa de luz compara estas dos planas con la misma imagen:
La plana de El Mundo está inaceptablemente saturada, Mesa de luz da el beneficio de la duda, pero hace notar que en el pdf de kiosko.net también está retocado el color de la sangre.
Por contrastar, el Charlotte Observer publicó esta fotografía de un bombero apagando las llamas tras un cielo rojo. En realidad el cielo era café y el sol se veía un poco más pequeño. El fotógrafo fue despedido.
2. Ángel Casaña, Director de Multimedia de El Mundo, encabeza el jurado de un concurso que premia con el primer lugar a una fotografía burdamente retocada
Francisco Javier Arcenillas se llevó la nada despreciable suma de 20,000€ en el I Premio de Fotografía Periodística fotoCAM 2008. Es difícil de comprender cómo no detectaron el retoque. Encima el director no sólo no se disculpó, sino que recriminó de manera muy agresiva que otros participantes pidieran la anulación del premio.
3. El Mundo acusa a la Casa Real de copiar y pegar la cara del príncipe en distintas fotos, su evidencia es bastante débil
Hace unos días El Mundo publicó esto en primera plana, confiando en sus habilidades de detección de los rastros de Photoshop (parece que aprenden poco de sus errores). Mesa de luz analiza las imágenes y da un veredicto ambiguo (puede ser lo uno o lo otro). Lo curioso es que, a pesar de que la casa real niega haberla retocado, El Mundo sostiene que la cara es la misma. No lo es. Aquí pongo un fragmento de la animación que se hizo en Mesa de luz:
4. El Mundo roba una foto de Somos Malasaña
Para coronar la cereza del pastel, El Mundo toma fotos sin dar crédito al autor original (ni solicitar permiso).
Nota: disculpen lo burdo del formato, rediseñaré este blog para acomodar artículos más complejos (como este).