Supongamos que estás buscando una dirección, te encuentras con un joven desaliñado, posíblemente borracho (no muy distinto a su servidor), y le preguntas las instrucciones para llegar, te dice:
Pos mira wey, caminas hacia arriba como unos cinco minutos, luego das vuelta hacia la derecha [indicando con la mano izquierda] bajas unos 300 metros y ahí va a estar el lugar que buscas.
-- "¿Bajar? ¿Subir? ¿Cómo voy a sabar cuando ya caminé cinco minutos o trescientos metros?" Te preguntas mientras caminas dudoso hacia el camino que te indicó. Afortunadamente en el camino te encuentras con un señor de traje, con mucho porte, así que decides preguntarle nuevamente, te responde:
Mire usted, tiene que caminar derecho durante tres cuadas, en la esquina va a encontrar una tienda de ropa, ahí de vuelta a su mano izquierda, camine dos cuadras más y ahí va a encontrar el lugar que busca.
Le agradeces, sigues sus instrucciones al pie de la letra, pero jamás encuentras el lugar. ¿qué es peor, instrucciones ambiguas y mal dadas, o instrucciones netamente falsas?. Esa es básicamente la diferencia entre el mal diseño de información y el diseño de la mala información.
Con el mal diseño de información existe ambigüedad, duda. Si compras una medicina que no requiere de receta médica, y no indica cuanto y cuando hay que consumirla, vas a buscarlo con un doctor o alquien que sepa. Pero cuando el diseño de información es bueno pero la información es falsa (lo cual es un oxímoron, pero olvidemos eso un momento), tienes la certeza de estar consumiendo la medicina de manera correcta, aunque no sea cierto.
A diferencia de la publicidad, muchas el diseño de información no gana nada engañando, no hay motivos para mentir en una tabla de horarios de autobuses por ejemplo (con la excepción--tal vez--de una persona con un sentido del humor muy retorcido). Décadas de exposición a publicidad engañosa nos han hecho inmunes a frases como "gratis" o "el mejor producto del mundo", pero pocas veces nos hemos cuestionado que se nos mienta tan descaramente en un producto de diseño de información (aunque aclaro: sí se miente, especialmente en las gráficas).
Por eso siempre he apoyado la importancia del texto y de los datos, si diseñas información le estás proporcionando a la información un traje muy creíble, y si proporcionas información equivocada (por descuido o malicia) estarás haciendo mucho más daño de lo que lo estarías haciendo con publicidad. El buen diseño de información implica necesariamente información honesta y veraz.
Cambia una señal de vuelta prohibida a vuelta permitida y verás a lo que me refiero.