Hace algunos días publiqué una nota de Philippe Starck en la que afirmaba que se retiraba en dos años, y que el diseño había muerto. Hoy encontré la entrevista completa en inglés (traducido del alemán). El periodista escogió los pedazos precisos como para hacerlo parecer un maniaco-depresivo al que se le había olvidado ingerir sus medicamentos. En realidad--después de décadas de producir objetos decadentes inútiles--se está moviendo a una posición más razonable (aunque no dejo de estar en desacuerdo con él). Aquí les dejo la traducción al español como disculpa. Más abajo la nota original de la AFP.

Philippe Starck es el diseñador estrella del último par de décadas. A pesar de eso, hoy proclama "Todo lo que he diseñado es absolutamente innecesario."

ZeitMagain: Monsieur Starck, ha diseñado todo, desde cepillos de dientes hasta naves espaciales. ¿Qué es lo que los seres humanos realmente necesitan?

Philippe Starck: La habilidad para amar. El amor es el invento más grande de la humanidad. Y después, uno necesita inteligencia. La humanidad, a diferencia de los animales, se las ha arreglado para crear una civilización basada en la inteligencia. Por esta razón ningún ser humano puede darse el lujo de no desarrollar su inteligencia. Y el humor, el humor es importante.

Zeit: ¿Y no puede pensar en algo material?

Starck: No necesitamos nada material. Es más importante desarrollar la ética propia, y apegarse a estas reglas. No hay nada mas de qué preocuparse.

Zeit: No puede estar hablando en serio. ¿No hay nada más que uno necesite para sobrevivir?

Starck: Si quiere hablar acerca de objetos: uno ciertamente necesita algo con qué producir fuego.

Zeit: ¿Puede pensar en alguna otra cosa?

Starck:Posíblemente una almohada, y un buen colchón.

Zeit: Entonces, ¿porqué se convirtió en diseñador industrial en primer lugar?

Starck: Es una pregunta interesante. Y yo mismo no he encontrado una respuesta todavía. Mire, he diseñado todas estas cosas sin estar realmente interesado en ellas. Tal vez todos estos años fueron necesarios para que pudiera reconocer que, después de todo, no necesitamos nada. Siempre poseemos demasiadas cosas.

Zeit: Así que todas las cosas que ha creado -- ¿innecesarias?

Starck: Todo lo que he creado es absolutamente innecesario. El diseño, visto estructuralmente, está absolutamente desprovisto de utilidad. Una profesión útil sería la de astrónomo, biólogo, o algo de ese tipo. El diseño realmente es nada. He tratado de proporcionar a mis objetos de diseño un sentido de energía y significado, y aún cuando he intentado dar mi mejor esfuerzo ha sido en vano.

Zeit: ¿Así que este es el balance que obtienes de toda tu creación?

Strack: Aquellos con más inteligencia que la mía han llegado a este punto mucho más pronto. Tal vez no era lo suficientemente listo y tuve que aprender de la manera difícil. Desde el principio tenía la sensación de qué, a final de cuentas, el diseño de productos era inútil. Es por esto que he intentado esta labor en algo diferente; algo más político, más rebelde, más subversivo. Así que tal vez lo más importante que he creado no es un objeto nuevo, sino una nueva definición de la palabra "diseñador".

Zeit: Has dicho que estamos sufriendo una transición hacia el Postmaterialismo. ¿Qué significa esto?

Starck: La sociedad está llevando a cabo una estrategia de desmaterialización: cada día se trata más acerca de la inteligencia, y menos acerca de lo material. Mira un ordenador, por ejemplo. En sus inicios, los ordenadores eran tan grandes como una casa. Ahora hay ordenadores del tamaño de una tarjeta de crédito. Dentro de diez años estarán en nuestro cuerpo -- biónica. En cincuenta años los ordenadores se habrán desmaterializado.

Zeit: ¿Entonces qué van a crear los diseñadores?

Starck: No habrá diseñadores. El diseñador del futuro será el entrenador personal, el entrenador de gimnasio, el nutriólogo. Eso es todo.

Zeit: Frecuentemente has dicho que tu misión es destruir el diseño. ¿Qué tan lejos has llegado con ello?

Starck: Se ha logrado! Cuando comencé, los objetos de diseño eran solamente objetos hermosos. Nadie podía comprarlos; el diseño significaba elitismo, pero el elitismo es vulgar. La única elegancia yace en su multiplicación.

Zeit: Por favor explíque esto.

Starck: Si uno tiene la fortuna de comenzar con una buena idea, tiene la obligación de compartir esta idea con otros. Así funciona la democracia. Cuando comencé a diseñar, una buena silla costaba alrededor de $1,000. Una familia que necesita seis sillas y una mesa, ¿debería de pagar $10,000 sólo para cenar? Que modo de pensar tan obsceno. Hace cuatro años, diseñe una silla que costaría menos de diez dólares. Si tan solo le quitas tres ceros al precio cambias el concepto entero de un producto.

Zeit: ¿Y aún así recientemente diseñaste el yate de un millonario ruso?

Starck: Exactamente, esta es la parte de mi concepto de Robin Hood. Uso estos proyectos como un laboratorio. Me permite probar nuevas tecnologías y volverlas útiles para el mercado masivo. Para este yate en particular, desarrollé un casco que no causara rebotes a una velocidad de veinte nudos. Apliqué este concepto a un bote solar, el cual podría convertirse en el prototipo de un vaporetto [taxi acuático] veneciano.

Zeit: ¿Y no quieres dejar de diseñar?

Starck: Si lo quiero hacer, seguro que sí. Definitivamente dejaré de diseñar en dos años. Haré otra cosa en su lugar, no estoy seguro qué. Pero sé que será una nueva forma de expresión; un arma que será más rápida, fuerte y ligera que el diseño. El diseño es horrible para expresarse uno mismo.

Zeit: Así que sólo estarás cambiando el trabajo

Starck: Exactamente. He sido un productor de materialidad. Y sí me siento avergonzado de esto. Lo que quiero ahora es ser un productor de conceptos. Esto es mucho más útil.

Zeit: ¿Entonces hay algún objeto que te guste?

Starck: No

Nota original: Hay pocos diseñadores con los que discrepo más que con Philippe Starck, aun así me siento mal por él. Traduzco la nota de la AFP:

El reconocido diseñador francés Phillipe Starck dice que está harto de su trabajo y planea retirarse en dos años, afirmó en una entrevista para un semanal alemán el Martes pasado.

"Era un productor de materialidad y estoy avergonzado de este hecho," le dijo al periódico semanal Die Zeit.

"Todo lo que diseñé era innecesario."

"Definitivamente me voy a rendir en dos años. Quiero hacer algo más, no sé todavía qué. Quiero encontrar una nueva forma de expresarme... El diseño es una forma espantosa de expresión."

Starck, quien es conocido por el diseño de interiores de hoteles, trenes Eurostar y objetos de consumo, abarcando desde sillas hasta cepillos de dientes y exprimidores de jugo, procedió a decir que creía que el diseño, como un todo, está muerto.

"En el futuro no habrá diseñadores. Los diseñadores del futuro serán el entrenador personal, el entrenador de gimnasio, el nutriólogo," afirmó.

Starck dijo que los únicos objetos a los cuales aún sentía afecto eran "tal vez una almohada y un buen colchón." Pero lo que más necesita uno, agregó, es "la habilidad para amar".

Debe de haber pocas cosas más horribles que perder la pasión por lo que uno ha dedicado su vida, y decir algo mal de él sería patear a un hombre caído. Buena suerte Starck. Tendré que buscar otro némesis imaginario.