El 2014 fue un año que marqué como sabático. Haría proyectos que me gustaran, a mi propio ritmo. Pensé que sería auto-suficiente al terminar el año, no fue así. A pesar de esto y de otras cosas cabronas que pasaron, estoy muy contento con el balance, aprendí mucho.
Estos son los cuatro proyectos que hice:
The Bézier Game
El Juego de Bézier fue un proyecto difícil porque es la primera vez que he escrito algo sin apoyo muy grande de librerías de javascript. Me lo impuse como reto personal pero le agarré gustito. No tuvo el éxito de juegos anteriores, creo que se debe a que es un poco difícil de usar.
Hice una apuesta equivocada al crear este juego: entre la opción de proponer una forma más fácil de crear curvas bézier, preferí enseñar la herramienta que ya existe en los programas de ilustración. Quizás en un futuro me ponga a ver formas más fáciles de hacer curvas bézier.
Muebles a medida
El 2014 lo pasé en el DF y el departamento al que llegué no tenía muebles. Se me hizo una oportunidad estupenda para diseñar muebles de acuerdo a mis propias necesidades y mandarlos a hacer con un carpintero. Fue una experiencia muy enriquecedora. Quiero seguir diseñando el resto de muebles que me faltan (la recamara y la oficina).
Un proyecto de sueños
Tuve un periodo en el que comencé a soñar mucho y decidí dibujar mis sueños. Luego los interpreté. Se convirtió en una obra de arte que le debía a un amigo hace muchos años. Definitivamente vi cosas interesantes que no sabía sobre mi mismo.
Virtuegram
Comencé el año sabático con un descanso de dos semanas que se tornaron en un par de meses. Su servidor es una persona extraordinariamente huevona y sin un látigo tiendo a ser muy lento. El primer instinto es aplicarse el látigo a uno mismo. No funciona. Así comienza un proceso de auto-conocimiento, encontrar lo que te motiva y te mantiene sano mental y físicamente. Para ayudarme en este proceso inventé un cronograma de virtud que tengo la intención de convertir en app con el nombre tentativo de Virtuegram.
Lo que viene para el 2015
Siempre he sido muy práctico, prefiero que mis ideas se proyecten en productos. En este sentido el año ha sido escaso, sólo logré producir cuatro proyectos. ¿Y el blog? pues ya lo ven, sigue abandonado. Si lo vemos desde la perspectiva de la productividad, fue un año fallido.
Ahora, sé que van a decir "Mark, no nos vengas con un choro barato de que aprendiste acerca de la vida"; lamento decir que sí, algo hay de eso. Pero este siempre ha sido un blog de diseño así que me las voy a arreglar para relacionarlo (como dice Charles Eames, everything is connected).
Así que estaré escribiendo acerca de filosofía y diseño. No se esperen citas de grandes filósofos, sólo su servidor haciendo el embarazoso intento de pensar en público. Espero que no les moleste el nuevo enfoque (ey, siempre es mejor que no escribir).
También voy a cambiar el tono solemne de los últimos años: tomarse demasiado en serio es un perezón tremendo. Leyendo en entradas antiguas me doy cuenta de una progresión a una persona más seria (¿que yo escribía guías para no dormir, beber en el trabajo, y visitar teibols?) supongo porque he querido mostrar una cara más profesional. Neta que hueva.
Así que a los tres lectores que me siguen leyendo, para el 2015 esperen más actividad en este weblog.