Times tiene un excelente artículo sobre Gregg Rapp, que se dedica al rediseño de menús de restaurantes. Tan seguro está de la efectividad de su trabajo, que ofrece un reembolso si el rediseño no aumenta las ganancias, y en los 25 años que lleva en el negocio no ha tenido que hacerlo una sola vez.
Aquí sus puntos más importantes:
- Cuida la legibilidad:. No uses fondos que distraigan, ni tipografías exóticas difíciles de leer. Usa columnas en lugar de líneas largas, son más fáciles de leer.
- Lo que tiene más margen de ganancia va en la esquina superior derecha: muchos restaurantes equivocadamente organizan su información con respecto a la estructura narrativa de la comida -- Entradas, sopas, platos fuertes, y postres. Lo más beneficioso para el restaurant es poner la comida que tiene mayor margen de ganancia en las partes donde más se fija el comensal.
- No pongas los precios alineados a la derecha: la mayor parte de los restaurantes hacen esto. Lo que provoca es que se puede escanear el menú fácilmente para encontrar lo barato, sin echarle ojo a los demás platillos. El precio debe de ser discreto e ir después de la descripción.
- Los platillos populares y baratos van escondidos: cosas como hamburguesas y pollo --cosas que mucha gente pide por bueno, bonito y barato-- deben de mezclarse con otros artículos. Así obligas al lector a pasearse por otras opciones más redituables al restaurant. Similar a como ponen los productos básicos en el fondo del supermercado.
- Usa buenas descripciones: Qué prefieres: Huevos revueltos o huevos frescos de granja revueltos en mantequilla? Según Rapp, palabras como crujiente o picante le dan una mejor idea al comensal del sabor de los platillos.
Soy ferviente creyente de que si ayudas al usuario, también ayudas al negocio. Así que algunos de estos puntos me causan sentimientos encontrados. Alguna vez entré a un restaurante donde tuve dificultades para decidirme por un platillo en específico (preguntaba por el tamaño de las porciones y cómo se preparaba). Así que me trajeron un menú ilustrado, un pequeño librito donde venían fotos de todos sus platillos con honestidad en el tamaño y apariencia de la porción. Terminé consumiendo más de lo que hubiera pedido viendo nomás el menú (se me antojaron demasiadas cosas), y siempre recomiendo el lugar. ¿No es eso mejor?